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Prologo
Prologo
Los acorazados de la familia de los Coleccionistas de Huesos de los ancestrales progenitores son las obras magnas de cooperación entre el resto de clanes de los cazadores del vacío durante la primera era. A este lo llamaron la Estrella Caída, posiblemente por que en su núcleo yace una estrella esclavizada con las ciencias crueles de sus creadores para energizar a este colosal navío estelar tan grande como los continentes de planetas habitables.
La Estrella Caída es la nave insignia de la maquina de Guerra Shifter, el centro del mando del supremo comandante cuando esta fuera de su capital. Typhoon de la Torre de Obsidiana es el ultimo de su clase, una era atrás su especie gobernó varias dimensiones en la infinidad de las realidades, ahora el es ultimo que continua la gran cacería que sus antepasadas comenzaron.
La Sala de Comando que fue usada durante la era de la cenizas para dirigir a los ejércitos y auxiliares durante la guerra con los avernos había sido reacondicionada para hacer interfase con su propia versión de ciencias crueles. Sus shifters, creados a imagen y semejanza de la imaginación de su comandante mantienen monitoreando a los millones de legionarios y eversores en sus campos de batallas a través de las galaxias como también los últimos datos logísticos de las fabricas, laboratorios y granjas cosechadoras apoyan a los teatros de guerra.
Su ejercito es basto y sus dominios amplios pero aun esta lejos de siquiera ser una sombra de lo que fueron sus antecesores, sigue siendo solo uno en la inmensa eternidad que son las realidades, sus competidores tienen extraños eones adelante de él y poco a poco los granos de arena de la locura caen augurando la llegada de la danza macabra.
Typhoon en su trono observa y medita sobre un sin fin de datos que recibe, acompañado en su trance yacen dos tipos de inteligencias funestas, las antiguas inteligencias artificiales que ha restaurado de los restos de mundos progenitores como las versiones retorcidas hechas por el mismo y sus desarrolladores shifter. Miles de movimientos en los teatros de guerra son realizados, simulaciones, predicciones y análisis finales son presentados en aquella red digital y con ello los decretos del supremo creador son dictados.
Un par de sentencias de inteligencia llaman su atención, su guerra con el Rey Arlequín había dado un descubrimiento afortunado, el cuerpo de la Vespera, la Diva Eterna, él recuerda sus canciones y propagandas en Progenia Prime. Lamentablemente su caída es un misterio ya que ocurrió luego que fuera exiliado con sus espectros.
Un movimiento de dedos y el flujo de datos se centra en aquel hecho, la recuperación del cuerpo de la diva aun debe tener el marcador de su fallecido esposo, uno de los héroes de la guerra infernal, solo necesita uno mas para poder activar el mundo forja de Epithethat IV y con ellos volver a poner en producción antiguas naves de guerra progenitores mientras sus desarrolladores y arqueólogos asimilan aquella tecnología cruel perdida.
Sin embargo una notificación le llega, la puerta de magia proscrita esta lista, la recuperación de la Diva será encomendada a alguien más, asuntos más personales deben ser atendidos, la auxilia lumínica espera ser reclamada una vez más.
El supremo comandante se desconecta de la corriente de datos de su trono y se levanta, su armadura de obsidiana ilumina en tonos de verde neón la oscuridad indicando su activación. Los pequeños servidores shifters se levantan de su estado de espera y acuden a levantar la capa de su dueño mientras este sale del centro de mando hacia la puerta arcana.
¿Es necesario que estos pequeños mecánicos asistentes sigan haciendo? La verdad es que no, ya no es el pequeño y diminuto aprendiz de cazador que cuando los creo para poder llevar la capa de la cabeza de la familia, pero tampoco había tenido tiempo en pensar que otro trabajo darles, para el comandante no hay nada peor que tener una creación suya acumulando polvo. Lo peor es que algunos de sus legionarios ya habían comenzado a copiarlo llevando capas largas y tener replicas de estos pequeños autómatas.
Tal vez era momento de ponerlos en el index shifter y volver oficial la posición de cargador de capa, sus pensamientos son interrumpidos al llegar a uno de los carriles de vacío que lo navegan por la maraña que es el Estrella Caída. En el camino sus inteligencias siniestran han encontrado al candidato perfecto para realizar el recupero del cuerpo, una eversora reformada por el mismo.
La eversora era la misma gobernadora que el puso al mando del averno de épsilon, nombre código: Magnánima Belladona, en su vida anterior había sido la hija de un ángel caído y una herética diosa de la lujuria infernal, aquel dios roto siempre le negó a aquella hibrida su legado divino, nada que con sus ciencias crueles y toque personal no pudo arreglar al darle una nueva existencia.
Su naturaleza tanto divina e infernal es perfecta para que junto a un pequeño grupo operativo logre infiltrarse en aquel circo del dolor lejano y recuperen el cuerpo de la progenitora, sin embargo al progenitor le preocupa que la diva no este "muerta", milenios de evolución y ciencias crueles han hecho a los progenitores extremadamente duros de matar.
En la actualidad para matar a uno requieres de otro progenitor o a alguna pesadilla eldrica lo suficientemente ancestral, algo que odia Typhoon más que al gran oponente es perder a sus creaciones, cada uno es un tesoro único e inigualable, tal vez imperfectos pero nunca desechables, lo único desechable son los subproductos de la infección, subseres de la más baja calidad que pueden ser reciclados en algo mejor. Por lo que no podía aprobar dicha misión aun, él mismo tendría que ir para conseguir el marcador.
Tras pasar varias vueltas por el intrincado diseño de la nave diseñada por los coleccionistas de huesos finalmente llega a la puerta arcana, un portal hecho de carne de seres desafortunados, los rostros aquella aberración en forma de puerta aun parecen agonizar ¿Sus componentes siguen sufriendo? Su madre no tuvo tiempo de enseñarle antes que lo mandara a salvo durante el final de la era de la ceniza.
Un día de estos va a cobrar favores con su corte de hadas para tener una respuesta, pero por ahora debe esperar al momento correcto. Él observa como sus shifter usuarios de energías arcanas realizan el ritual de activación. Según los cuentos de su matriarca, para viajar entre realidades necesitas dos seres: uno para abrir la puerta y otro que sea la puerta.
La creatividad de las antiguos hechiceros del vacío indica que podías juntas varios cuerpos para hacer una puerta mas grande y para llegar más lejos ponías un dios para energizar la puerta. Lamentablemente quien esta en la batería se perdió en los registros corruptos por el pasar de los milenios. Si bien podía abrir la batería y ver su interior, esta mixtura de tecnología cruel y ciencias arcanas, estaba muy lejos de ser una experticia que él manejara. Tal vez en algún momento sus propios creaciones arcanas puedan comprender como exactamente funciona para abrirla sin el riesgo de perder aquel invaluable recurso.
El espera mientras los shifter arcanos realizan concluyen el ritual, de todas las ciencias crueles, la arcana es la más inexacta por lo que estos retrasos son mas que esperados, la puerta de la sala se abre, en su traje de soberana, mezcla de escarlata infernal y blanco divino. La Eversora Belladona interrumpe la partida de su comandante.
-¡Supremo Comandante!- Ella corre hacia su encuentro a lo que el comandante hace apurar a sus esbirros para poder irse lo más rápido posible.
-Ahora no, Eversora- Dice el comandante mientras camina en frente de la puerta.
-¿Por que no puedo ir sola?- Pregunta enojada e inflando sus mejillas, definitivamente no debió darle un trono con la conexión a la red nodal de inteligencia allá en el averno que la puso de gobernadora.
-No estas listas- Dice secamente mientras fingiendo hacer algo importante en la "consola" de la puerta arcana que solo hacer gritar a los rostros de esta aberración que abre el camino entre dimensiones.
-Pero he estado entrenando duramente los últimos ciclos con los espectros, lo estoy- La Eversora se mantiene firme en su caso mientras finalmente la puerta se abre, la realidad se desquebraja como un espejo y el comandante mete la mano un momento para ver si es seguro.
-No me demorare tanto, prepárate. Necesitamos el marcador de la Diva- El comandante dicta sus palabras finales a su Eversora mientras tres espectros llegan.
Los espectros son la mano derecha del creador, seres cuya forma ascendió a un plano superior, lamentablemente donde sea que lo hicieron no parece gustarles ya que han estado acompañando a Lord Typhoon desde que pudo traerlos a este plano con cuerpos artificiales.
Tres de estos seres eterios aparecen atravesando las paredes de la estrella caída, son sus más antiguos camaradas espectrales: Caballero, Cardenal y Asedio. Sus armaduras shifter son lo más actual en necro-tecnia e ingeniería de guerra, lamentablemente para acompañarlo en su viaje, deben dejar atrás sus imponentes artilujios.
-Buena cacería Supremo Comandante- Se inclina la Eversora despidiéndolo mientras Typhoon le responde con una sonrisa debajo de su casco y este junto a sus tres espectros ingresan por la puerta.
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Aprovechando que hay blogs aprovecho en poner una de mis historias que sigue el hilo de la segunda era que coloque en aquel otro lado (?) Creo que tambien voy a aprovechar en subir la segunda era aquí. Sin mas si leen esta lectura espero que la disfruten.
Arte hecho por mi gran amiga Santana.
Aprovechando que hay blogs aprovecho en poner una de mis historias que sigue el hilo de la segunda era que coloque en aquel otro lado (?) Creo que tambien voy a aprovechar en subir la segunda era aquí. Sin mas si leen esta lectura espero que la disfruten.
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